Nos acarició el Pácífico

Ayer fue el cumple de Daniel, hijo de Manuel mi hermano. Lo celebramos en la casa que su familia materna tiene en el puerto. Fue un domingo excelente. Empezó muy temprano en la mañana, pero gracias a las predicciones de mi hermano, el viaje nos tomo menos de dos hora. 

El lugar es paradisíaco. Una playa inmensa con suaves oleajes. Hubo diferentes momentos del día para comentar y disfrutar, aunque el mejor, para mí, no pudo ser captado en una fotografía: Dave bailando con las olas.

Ya habíamos ido al mar antes, cuando Dave tenía solo un año en Guatemala. En esa ocasión, él no entró al mar, ni siquiera para mojarse los pies. Camino mucho por la playa y tomó muchas fotos mientras Eva, yo, mi mamá y Juan Carlos nos bañábamos en el tibio Pacífico. Pero en aquel momento, el "inglés" dentro de él aun no se sentía en confianza para vestir unos shorts y sandalias. 

Pero ayer fue distinto. Ayer lo disfruto, desde su altura y su personalidad, lo hizo. Le quité de las manos la cámara y la puse con el resto de las cosas en la playa, lo tomé de la mano y lo fui llevando hasta que las olas empezaron a chocar con nuestro cuerpo. Fue muy hermoso compartir este su primer baño en la olas del Pacífico. 

Un cuento corto de verano, para quienes me siguen y me leen. Hasta pronto.

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